07 mayo 2009

IRON MAIDEN - Wasted years

Nunca – nunca, en serio – la cosa se le presentó mas clara. Tal vez fue uno de esos extraños y esporádicos momentos de lucidez que el destino le regalaba de tanto en tanto, un instante de certidumbre del que no siempre solía gozar.
La tranquilidad del momento ayudaba, por supuesto. El silencio, cuando es oportuno, es un gran aliado. Permite ignorar la estupidez antojadiza y trillada de ver el vaso medio lleno o medio vacío y entender que simplemente está ahí, servido, desechando subjetividades inútiles que nunca sirven para otra cosa que borronear la letra firme y clara que debe usarse para escribir la vida.
Fue en ese cuándo y dónde que entendió que ni todo pasado fue mejor ni ya vendrán tiempos mejores: La
sucesión infinita de los “mientras tanto” estuvo siempre con él entramando simultáneamente pasados y futuros tan buenos (o tan malos) cómo lo decidiera en cada instante.
Así de simple. Así de fácil. Así de tarde.